lunes, 12 de noviembre de 2007

La cámara perdida

El hermetismo y la presión estaban presentes como en ninguna otra habitación antes vislumbrada. La linea que unía la gran puerta y su marco fue trenzada a conciencia. Nadie, después de su preparado aislamiento podría entrar en ella, y menos desconociendo su ubicación. Una gran sala, ataviada con grandes columnas que revelan esforzados gravados en su negra piedra, que habla sobre tiempos en los que el hombre no era tan grande y temía a los que vivían arriba de las nubes. En el centro de la habitación un gran altar, hecho de mármol blanco, con cuatro leones que sirven como base a la gran superficie blanca dónde aún queda sitio para unas candelas y ese gran símbolo en el centro. En tiempos antiguos los sabios la usaban para realizar sus conjuras, o para leer los designios de las estrellas, por la abertura que hay en el techo.

Nosotros, desconocedores de muchos temas sobre la antigüedad que se perdieron, vamos encontrando dia a dia esos fósiles de aquellas épocas anteriores pero necesarias. Siempre quedaran cosas desconocidas para los seres humanos, nosotros que no poseemos la omnisciencia. A menos que sepamos lo que buscamos, y aquellos que son buscados quisieran dejarnos signos de presencia, dificilmente podremos recuperar su parte de historia. Quizá nosotros desaparezcamos también si no nos proponemos hacer historia. Quizá...

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