sábado, 22 de septiembre de 2007

A Monster Without a Name

Había una vez, vivía un monstruo sin nombre. El monstruo anhelaba un nombre con tanta fuerza, que no podía soportar vivir sin uno. Así pues, el monstruo decidió partir de viaje, en busca de un nombre apropiado para él. Pero el mundo era demasiado grande para recorrerlo él mismo. El monstruo, consciente de éste problema, se dividió en dos, dando lugar a dos monstruos iguales: harían viajes diferentes; uno iría al este y el otro al oeste.

El monstruo que viajó al este, encontró un poblado. Caminando, vio en la entrada del poblado, había trabajando un herrero. El monstruo se acercó y le dijo:
-Sr herrero, por favor deme su nombre.
El herrero rió sin malicia y le respondió:
-No puedo darte mi nombre.
El monstruo, ansioso por conseguir uno, contestó:
-Si me das tu nombre me meteré dentro de ti, y te haré más fuerte, como compensación.
-¡De verdad?-dijo el herrero-Te daré mi nombre si puedes hacer de mí, alguien más fuerte.
El monstruo se introdujo dentro del cuerpo del herrero, como si se metiera en un recipiente, por la parte de tapón. Así, el monstruo se convirtió en Otto el herrero. Otto era ahora, el hombre más fuerte del poblado.
Un día, delante de todo el pueblo, después de hacer otra de las numerosas demostraciones de fuerza empezó a gritar:
-¡¡Miradme, miradme!!....¡el monstruo que hay en mí a crecido considerablemente!
En ese instante, lo que siempre había tenido la apariencia de Otto el herrero, ahora tenía la apariencia del monstruo. La gente, huía de miedo, mientras Otto con la apariencia del monstruo, gritaba. El monstruo hambriento devoró a Otto desde el interior. De esta manera, volvió a ser un monstruo sin nombre.



El monstruo, desesperado, buscaba a alguien que le diera su nombre. Incluso Hans el zapatero, fue convencido por el monstruo, y el monstruo saltó dentro de él. Hans corrió la misma suerte que Otto, siendo devorado desde el interior por el monstruo. Otra vez más, el monstruo se quedó sin nombre. También Thomas, el cazador, fue incauto por aceptar la promesa del monstruo, y su fin fue como el de Otto y Hans: devorado por el monstruo.
Como el monstruo se había quedado de nuevo sin nombre, fue camino al castillo, para encontrar un nombre bonito. El monstruo, se introdujo en el castillo, y en su interior, en una de las cámaras, encontró a un niño muy muy enfermo. El monstruo vio que era momento de realizar su propuesta, así podría conseguir el nombre:
-Si me das tu nombre, te haré más fuerte.
El niño, debido a su estado grave le contestó:
-Te daré mi nombre, si puedes curar esta enfermedad que padezco y me haces más fuerte.
El monstruo, contento, saltó al interior del niño. El chico, se tornó saludable. El rey, que era el padre del chico, estaba encantado de encontrar a su hijo con tanta vitalidad de nuevo.
En el castillo se oía por los pasillos:
-¡El príncipe se ha recuperado! ¡El príncipe se ha recuperado!
El monstruo, le cogió cariño al nombre el chico. También le cogió cariño a la vida en el interior del castillo. Eso era por lo que aguantaba sin devorar desde dentro al chico, incluso cuando estaba hambriento. Cada día, incluso con el estómago muy vacío, el monstruo aguantaba.
Al aguantar tanto estaba demasiado hambriento, no podía aguantar más. Entonces el niño empezó a correr por el castillo gritando:
-¡¡Miradme, miradme!!.......¡¡El monstruo que hay en mi interior ha crecido considerablemente!!
El chico, devoró a su padre, a los sirvientes, y a todos los que habitaban el castillo. La gente que restaba en el poblado o los que habían huido del castillo, se marcharon.



Al estar solo, el chico partió de viaje. Ando y ando durante días. Uno de esos días, el chico se encontró al monstruo que había ido al oeste.
El chico le dijo al verlo:
-Tengo nombre. Es uno muy bonito.
El monstruo que fue al este, le contestó:
-No necesito un nombre. He descubierto que soy feliz sin necesidad de tener uno. Porque somos monstruos sin nombre.
El chico sin mediar palabra, devoró al monstruo que fue al oeste. Incluso ahora que tenía un nombre, no quedaba nadie para llamarlo: Johan. Es un nombre bonito.
Texto adaptado de "Monster"

sábado, 15 de septiembre de 2007

Némesis

Hace dias que no escribo, aunque tampoco tengo mucho tiempo, y cuando lo tengo, nunca me acuerdo. No hay justo reparto, ni para un blog en este mundo. Pero eso si que ocurre últimamente.

Todo se trata de justos repartos, retribuciones, penas o castigos. Y es que todo el mundo busca eso:"a cada cuál lo suyo".El ente encargado de dicha tarea se le llama Némesis. Némesis castigaba la desmesura de aquellos que poseían mucha fortuna o suerte, y la repartía equitativamente en el Universo.

A mi me toca hacer ese papel ultimamente: explicale eso a est@, comparte esto con aquel/aquella, estate con el otr@ tanto tiempo porque no lo ves mucho, haz reir al de más para allá, y riñele al otro de allá. La verdad es que hacerlo no me molesta, eso uno lo hace sin darse cuenta, pero al pararme a pensar da miedo. ¿Será justicia lo que reparto?¿u otra cosa? pero si es justicia....¿porqué no me la quedo?...ahh bueno, que no se puede...Además creo que me queda por repartir bastante, ya que hay un par de temas por ahí que tengo pendientes. Creo que sigo siendo buen objeto de estudio y que todavía tengo "eso".


El que a hierro mata a hierro termina...

Furious Angel

Ángel furioso pero comedido, que arremete con su desatado ímpetu hacia aquello que es injusto. El camino es injusto, pero el camino del ángel está lleno de justicia imperturbable. Da igual cuál sea el final del ángel, su supervivencia ya no importa.

Él solo debe velar por aquello en lo que siempre cree, aunque existan dudas.Su cometido es más importante que su propia existencia. Las cosas probablemente seguirían sin él, lo que el pretende es que éstas puedan seguir.

Escudo impenetrable de aquellos que necesitan uno. Su arma es su mente, su cuerpo, la prolongación de la misma. Se le dieron ventajas, necesarias para su gran responsabilidad. Ángel furioso, ángel de causas perdidas.

Cerezo Blanco

Sucede a menudo...estar rodeado de la sangre que salpica y la fragancia de flor del cerezo blanco...si, sucede a menudo...
La sugestión es dulce y amarga a la vez.
Muchas veces sucede que el cerezo blanco se torna rosado, salpicado de sangre de la herida que no se puede curar.

viernes, 14 de septiembre de 2007

Escuchar

¿Quién dice no saber escuchar? Nadie te negará su capacidad auditiva. Es cierto que aún aquí existen dos connotaciones de la palabra escuchar, el de oír y el de prestar atención a algo que está ocurriendo. La cuestión es que quiero comunicaros este breve, para explicaros el carácter chino de escuchar, es más interesante de lo que puede parecer en un principio. El carácter chino "escuchar" explica el proceso de oír, introduciendo más factores que intervienen en este proceso como: oidos (ears), ojos (eyes), corazón (heart), atención indivisible (undivided atention), y uno mismo (you). Este es al completo el carácter "escuchar" que si pensamos un poco, toma un significado significantemente diferente e interesante, ya que plantean esta acción con muchos más elementos de los que lo hacemos nosotros en un principio. Todo ello incluido en el acto de escuchar algo o a alguien. Para mí, es una buena definición.




martes, 4 de septiembre de 2007

Soñar con la Luna

En estos últimos días he descubierto una habilidad nueva que poseía y desconocía su existencia por completo: puedo recordar a voluntad los sueños. Diréis o pensareis: no es nada especial. Pero no creo que esto sea tan insignificante como parece. Aparte de pseudo-ciencias baratas, creo que recordar los sueños (proponiéndote recordarlos antes de acostarte) es una manera de conocerte a ti mismo. Esta semana he tenido unos sueños un poco raros, aunque más que raros, surrealistas. Pero en realidad, si te pones a pensar:¿por qué demonios he soñado esto?...seguro que al final descubrirás porque, y lo relacionarás con algo que te habrá ocurrido de un tiempo a esta parte. Con esto quiero decir, que la expresión soñar, o muchas veces cuando hablamos de soñar y de sueños nos referimos, a lo que deseamos en la realidad. Los sueños (cuando dormimos) dicen cosas de nosotros: que podemos temer, a quienes amamos, a quién queremos cerca y a quién lejos, he incluso las cosas más extrañas que se nos podrían pasar por la cabeza si estuviéramos despiertos.


Lo que soñamos es el desahogo que nuestra mente permite del mundo real, así que aunque no estemos allí, por lo menos queda el poder disfrutarlo. ¿Quién no ha soñado alguna vez que volaba? ¿y con un paraje onírico? ¿o con ser un/a héroe/heroína? Los sueños explican cosas de nosotros (ya no digo revelar el futuro, que a mí y a más de uno y una le ha pasado) como por ejemplo como somos o qué diantres queremos poseer o ser. Quizá lo de soñar despiertos es un poco utópico (aunque no imposible), pero si no es así por lo menos que podamos deleitarnos dormidos. Dicen algunos que éste mundo no es para soñadores.....yo....no les creo.

Las estrellas, lejos allá en el cielo nos vigilan
en el manto negro que nos arropa, que nos mima,
sin descanso y con tesón, ellas de nosotros cuidan,
porque cada soñador tiene su propia luna, su propia estrella,
a la que ha de mirar, para pedirle consejo,
para revelarle si es real este largo sueño.
El color de su manto, dice, no ha de ser del que muestran tus labios
,bermejo,
sino que es de un solo color,
del color de los sueños.


Retrato del cosmopolita actual

Falta de motivación, poca creencia en el esfuerzo, (en muchos casos) carente de disciplina, preocupación por temas de actualidad inútiles (solo para conversaciones de café), preocupación por su aspecto externo, descuido del aspecto interno, carencia de confianza en el ser humano, deshumanización, desconfianza en las actuaciones de los demás, temor a preguntar lo que no se sabe, temor a no ser aceptado en el entorno social, poco cuidado de la propia personalidad arrastrada a cánones impuestos por la sociedad, poca preocupación por el medio ambiente, poco educado en cuanto a disculparse, ausencia de conciencia social, miedo a la incertidumbre, sufridor/a del stress y de la aceptación en su ámbito profesional (aceptación=éxito), poca sugestión a la percepción de cosas pequeñas, necesidad de mostrar a los demás el estatus social mediante el poder adquisitivo, poca capacidad para aprender lecciones del día a día, presa de los caprichos y de cosas innecesarias, poca preocupación de lo que pasa en otros puntos del planeta, poca capacidad de decisión de la propia vida, poco interés de la "cosa pública"(política), nulidad total de expresión de sentimientos que no se expresen día a día, total demostración de la testarudez al hablar de cosas que no se saben, ausencia de preocupación por el legado que dejará a sus descendientes, crueldad con las personas de menor poder adquisitivo, confusión entre dinero y virtud....

..... Estos son algunos aspectos aberrantes del cosmopolita actual......ensimismado en su estúpida burbuja..........carente de visión acerca de la humanidad........

Imagenes opuestas y superpuestas

Los arboles ondeando su frondosa copa sobre una carretera llena de coches a toda velocidad. La fría sombra de un objeto proyectada en el abrasante calor del asfalto. Un gran esfuerzo que cuesta muy poco. Fotos de Estrellas del Rock en un restaurante de diseño pop. La cara de la muerte mirando fijamente a un ser vivo. Afrontar la muerte sin tener miedo. Pensar que puedes llegar a los más alto, aunque todos los días te pongan la zancadilla. Considerar el esfuerzo un sufrimiento, y no como vía de mejora personal. Parecer querer decir algo y pensar justo lo contrario. La consideación de tu ego en un gran fracaso y considerarte despreciable por fallar. No querer aprender una lección importante.
Preferir una de las caras de una moneda. El balance de la política española en estos 30 años. Los cánones de belleza masculino y femenino. Ying y Yang. Agua y fuego. Bien y mal. Amor y odio.

Es algo innato, pero amamos los extremos. Los extremos a veces nos hacen sentirnos más temerarios, si es que puedo usar esa palabra. Nos enseñan a dividir las cosas y a enfrentarlas, sin motivo alguno. No hay que dividir las cosas. Hay que diferenciarlas las unas de las otras. La diferencia de condición no es categóricamente peor. Lo que nos trae de cabeza es saber donde esta la frontera de las cosas, si es que existe.