lunes, 27 de agosto de 2007

Chuang Tse y la calavera, Chuang Tse y la belleza

Para quién no conozca a Chuang Tse (Zhuang Zi: literalmente maestro Zhuang) voy a explicar brevemente quién era.
Chuang Tse fue uno de los filósofos más importantes de la antigua China. Nacido en la región de Song, vivió entre los años 369 y 290 a.C. período difícil para China, que pasaba en estos momentos por la guerra de los Reinos Combatientes, que propició la unificación de China y el desarrollo de ciertas regiones de lo que hoy sería China. En éste ambiente de cierta confusión, Chuang Tse encauzó un pensamiento Taoísta que pertenece a las Cien escuelas de Pensamiento (etapa confucionista: el período de Otoños y Primaveras)

A Chuang Tse se le considera el segundo taoísta más grande después de Lao Tse, cuyo pensamiento influenció en Chuang Tse. También se dice que Chuang Tse es considerado un precursor, mucho más explícito que su maestro, de lo que se llamaría con el tiempo anarquismo

En general su filosofía se basa en el argumento de que la vida es limitada y las cosas por saber son ilimitadas. Decía que el usar lo limitado para buscar lo ilimitado era una necedad. Nuestro lenguaje, cognición, etcétera, están condicionados por nuestra propia perspectiva y debemos tener cuidado al concluir que nuestras conclusiones son igualmente ciertas para todas las cosas (wanwu). El pensamiento de Zhuangzi también se puede considerar como un precursor del multiculturalismo y relatividad de los sistemas de valores.

Creo que es suficiente definición para empezar a conocerlo. Ahora un breve relato filosófico de Chuang Tse.

Chuang Tse en uno de sus viajes andaba una senda entre los bosques. Chuang Tse se maravillaba con todas las cosas que le rodeaban. Se sorprendía de la claridad del arroyo, de la belleza de su entorno, del aroma fresco que le rodeaba. Sus ojos gozaban al ver la esencia de todo lo que tenía vida. Continuó la senda hasta llegar a un camino. Al llegar al camino vió una calavera seca y agrietada en el borde de éste. Chuang Tse al ver la calavera, lamentó el fin de todas las cosas, del fin de la vida. Meditabundo le había dejado la calavera, pues decidió descansar un tanto. Chuang Tse se echó a dormir con la calavera como almohada después de mucho pensar. Cuando estaba ya dormido, en sueños la calavera le habló. Le dijo:

-Chuang Tse, eres un majadero. Te regocijas en los enredos de la vida por lamentar el fin de las cosas.

Chuang Tse algo desconcertado le contestó:

-Lamento el fin de las cosas porque es el fin de la vida, y todas las cosas que tienen vida poseen una belleza natural en su esencia. Ójala pudiera devolverte la vida. Si pudiera devolverte la vida, querrías ¿no?

La calavera, asombrada por la insensatez de Chuang Tse, respondió:

-Pero ¿cómo sabes que estar muerto es malo?

Chuang Tse, cuando despertó del profundo sueño, se pusó en píe dispuesto a seguir el camino, pues la calavera le había revelado un consejo muy valioso acerca de la vida y el fin de las cosas.


Ahora una simple reflexión de Chuang Tse acerca de la belleza:
"Mao Qiang y Li Ji, dos hermosas cortesanas, son bellezas reconocidas por la población de la antigüedad. Pero cuando los peces las ven, los peces se hunden en lo profundo del río; cuando las aves las ven, se espantan y huyen volando; cuando los venados las ven, huyen galopantes. Lo cierto es que ni estas criaturas ni la Humanidad toda, son capaces de juzgar la belleza".

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