domingo, 1 de julio de 2007

Arrebato

Escrito el 14 noviembre de 2006


Hoy al parecer he descubierto una de las grandes verdades, de esas que tienes que conocer por ti mismo llegada cierta edad. Pero esas verdades, se esfuman con el transcurso del día aunque las haya asimilado. Últimamente noto que algo ha cambiado en mi, y no es mi comportamiento, son los demás. Quizá he llegado a un vínculo especial con aquellas personas que realmente aprecio, o quizá mi experiencia me ha revelado algo acerca de las relaciones entre las personas. Noto que mi alrededor ha cambiado aunque nada cambie aparentemente, y si lo haga interiormente. Es mi percepción de las cosas lo que realmente ha cambiado, y es que mis dos partes antitéticas convergentes, han comprendido que aunque polarizadas son complementarias. Aún así sigo haciendo caso de lo que me dicta el corazón, ese que no se rinde, ese que cuando la cabeza y las ideas no van bien, me da buenos consejos. Noto como mi esencia recorre hasta el último recoveco del cuerpo, porque si hay algo que odio, es dejar de sentir.

Quiero conocerme como nadie se ha conocido antes, para poder mostrar a los demás, ya no mi mejor parte, sino mi real yo. Hay gente que ya lo consigue, me refiero a intentar ver ese yo que yo mismo anhelo, y lo consiguen con una simple sonrisa o mirada. Después esta la contrapartida, aquellos que por un conflicto ético con ellos mismos, no alcanzan ni a ver mas lejos de su nariz.

Aunque algo apenado por ciertos acontecimientos que me han ocurrido sigo con la idea de no perder la perspectiva. Atentamente me espían esos fantasmas, esos que solo quieren que yo sea un catalizador de lo que odio. Pero me noto puramente evadido de esa parte de mi, que muchas veces rehuso pero aún así, forma parte de mí. Y es el comprender hasta el último de mis defectos y errores lo que me hace no errar otro día, incluso aprendiendo y aprehendiendo errores ajenos.

Ahora mismo siento la humanidad en mi interior, hasta la punta de los dedos, mitigando todo lo malo y retornándolo en formas puras. Ese es mi código. Quiero mostrar al mundo de lo que soy capaz, y de que manera puedo cambiarlo. Quiero ser recordado o dejar algo de lo que este orgulloso de lo que se recuerde. Es mi manera de dejar un legado, y mi forma de agradecer lo aprendido. Sino es así de esa manera, no quiero ser recordado, porque ya hay demasiadas cosas nocivas en este mundo para ser recordadas como para añadir otra cosa inútil en la lista.

Recuerdo....ja. Es una palabra que resume la humanidad y todo lo que le rodea. Ya que la gente no lo sabe se lo diré, pero vivimos como vivimos por la materialización de recuerdos, ajenos pero propios de un ser humano.

Es lo que quiero......materializar recuerdos........y sueños.

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