miércoles, 11 de agosto de 2010

Entre lineas

Después de un par de capítulos, el libro de la vida sigue. Cuando estamos leyendo una historia y quedamos atrapados entre las lineas, ya es demasiado tarde. Aunque no lo deseemos, somos presos de todo lo que ocurrirá hasta el largo final. Nos implicaremos en cada detalle, simpatizaremos con las almas que habiten en el libro, y temeremos a los fantasmas que los personajes temen, tal cual tememos a los fantasmas que nos atormentan a nosotros en nuestra particular aventura.

Algo que esta escrito parece imperecedero, inmortal. Los escritos volverán a resurgir siempre que una consciencia curiosa, ávida por saber -de las aventuras de otros que quizá jamás existieron- despierte e invoque la caja de Pandora de los fantasmas, para que queden esparcidas las semillas de la luz y la oscuridad.

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