miércoles, 12 de noviembre de 2008

Way of the Samurai

sharp like an edge of a samurai sword
the mental blade cutthrough flesh and bone
though my mind’s at peace,
the world out of order

missing the inner heat, life gets colder
oh yes, I have to find my path
no less, walk on earth, water, and fire
the elements compose a magnum opus
my modus is operandi is amalgam

steel packed tight in microchip
on my arm a sign of all-pro
the ultimate reward is honor, not awards
at odds with the times inwars with no lords
a freelancer,a battle cry of a hawk make adove fly and a teardry

wonder why a lone wolf
don’t run with a klan
only trust your instincts
and be one with the plan

some days, some nights
some live, some die
in the way of the samurai
some fight, some bleed
sun up to sun down
the sons of a battlecry

some days, some nights some live, some die
in the way of the samurai
some fight, some bleed
sun up to sun down
the sons of a battlecry

look, just the air around him
an aura surrounding the heir apparen
the might be a peasant but shine like grand royalty
he to the people and land, loyalty
we witness above all to hear this,
sea sickness in the ocean of wickedness
set sail to the sun set no second guessing
far east style with the spirit of wild west

the “quote-unquote” codestands the test of time for the chosen ones
to find the best of noble minds that ever graced the face of a hemisphere

with no fear, fly over the blue yonder
where the sky meets the sea
and eye meets no eye
and boy meets world
and became a man to serve the world
to save the day, the night, and the girl too

some days, some nights some live, some die
in the way of the samurai
some fight, some bleed
sun up to sun down
the sons of a battlecry
some days, some nights
some live, some die
in the way of the samurai
some fight, some bleed
sun up to sun down
the sons of a battlecry
(opening de "Samurai Champloo")
Todo es posible en el camino. Algunos mueren, otros luchan, otros simplemente viven. Aquellos que son los suficientemente previsores, pueden advertir en el sendero los baches del terreno. En el camino hay situaciones agradables y otras que no tanto. Es cuestión personal cómo abordemos el camino.

lunes, 3 de noviembre de 2008

Pensamientos abstractos

Es cierto que aunque el tono que quiero dar pueda parecer serio o en algún caso elocuente (ójala...) el resultado deseado es desenvocar en la carcajada de algún lector y reirse de sí mismo, tal cuál intenta este modesto redactor de tres al cuarto. Asumo esto, dado que en alguna que otra ocasión he sido yo el espectador o el malhechor que no ha deseado comprender la desdicha del un escritor que se sincera, en horas bajas. No penseís que me acabo de autodenominarme escritor, ni mucho menos. Creo que con los escritores, solamente tengo nada más que tres cosas en común: el deseo de leer, el deseo de escribir y el deseo egoísta de contar lo que me apetece. Es triste, simple, en algún caso no bien visto, y en alguno que otro incluso soéz. Explico esto porque soy inconstante, forzosa y apabullantemente imperfecto.
Metáforas aparte, entiendo y comprendo que algún lector que esté de paso por aquí, lea alguna entrada y se ría de ella: ya sea por el contenido o por la forma de decirlo. Creo que el blog no es como nuestra consciencia. Puede sucederte algo una tarde, estar malhumorado/a durante la tarde, pero al día siguiente cuando te levantas, puedes pensar de otra forma, cambiar de parecer, o simplemente haber olvidado por completo aquello que sucedió.
El blog no es así. Cuando escribes algo en el blog o en un papel o en la puerta de tu nevera, queda escrito y dictaminado. Piensas que si hubiera alguna manera de hacer perdurar ese mensaje en el tiempo, podría resistir al paso de los eones. Parece más importante por estar escrito, porque será mejor recordado que cualquier frase pronunciada, por famosa que ésta última haya sido. Este hecho demuestra que será recordado para bien o para mal, dado que cuando lees algo que no conmueve lo más mínimo, piensas que no es trascendental y tiendes a ridiculizarlo. Rianse. Rianse de todas las entradas, ridiculizenlas, encuentren el punto opuesto. Borren de un escobazo todos aquellos demonios que alguna vez nos atormentan, y rianse también de ellos. Si lo hacen o lo han hecho, enhorabuena. Si es así, puede que estemos todos más cerca de dejar de tomarnos todos tan enserio.