miércoles, 23 de enero de 2008

Quiero mi propio Tyler Durden

Días de difícil plantel, en los que tenemos que demostrar que estamos preparados para afrontar con conocimiento acontecimientos en el futuro. Nosotros regañamos y proponemos dar importancia a otras cosas como jóvenes impetuosos que somos. Lástima que los sistemas o modelos organizativos no tengan como sustento el pensar o el sentir de los futuribles "sistematizados". En parte es una guerra conservadora, ya que todos sabemos que los cambios poco gustan a los acomodados. Los "depositados"(que no son lo mismo que los acomodados) son el falso intento del acomodados. El sistema consumista te hace tener necesidades que no tienes, te hace querer tener un buen coche, una buena casa que represente con artículos caros lo que eres, querer tener cosas que nos haga exclusivos, que nos proporcione una buena imagen cara a los demás y otros miles de cosas estúpidas que realmente NO NECESITAMOS.

Las personas nacemos libres con contexto, pero libres (Otros países que tienen realidades sociales terribles no pueden ejercer esa libertad humanamente) y buscamos atarnos a las cosas que nos ofrece la vida: atarnos a objetos materiales como un coche, que nos da libertad de movimiento pero también nos obliga a pagar impuesto de circulación, el seguro, la gasolina, las reparaciones, las letras, y no puedes despreocuparte de el en cualquier momento.
Buscamos atarnos a otras personas, que para mí es lo único que vale la pena, pero todo lo demás son meras ataduras que nos buscamos para no ser libres. De hecho, la política se formó para controlarnos, ya que eramos incapaces de ser libres de forma tranquila y pacífica. Se crearon leyes para atarnos a seguir ciertas pautas de conducta. Con mi joven ímpetu, antes solía estar de acuerdo con ideas políticas de ciertas ideologías de izquierdas, pero ahora creo más en mi propia política, que se va pareciendo más y más a la anarquía conforme pasan los días. No entraré en conceptos de anarquía, solo diré que mucha gente tiene una idea equivocada de lo que es. Mi pregunta es: ¿nos iremos atando más y más en vez de querer ser libres?

martes, 8 de enero de 2008

20 días...

He roto una pequeña promesa que hice, y esta vez a voluntad. Suena a traición, lo sé, pero no es este el caso. La última vez que decidí hacer un parón de escribir fueron 19 días. El parón que acaba de finalizar ha sido de 20 días. No es por falta de ideas, anécdotas etc., sino por el espíritu sugestionador de estas pasadas fechas. Ahora que todo el mundo ha "retomado" el ritmo y la normalidad (si es que eso se puede retomar), se vuelven a los quehaceres, olvidamos un poco de los demás y volvemos a concentrarnos en nuestro ombligo. Nada más lejos que aplacar el ansía de nuestras creídas o supuestas necesidades. Creemos que poseyendo algo o siendo otra cosa, estaremos mejor. Pero no parecemos caer en la cuenta que eso valdrá momentaneamente, para volver a caer en otro círculo vicioso de nuevas necesidades.
Un propósito que tengo es que todo el mundo sea más honesto consigo mismo y con los demás a partir de ahora (me incluyo). Dejemos de adoptar comportamientos desinteresados y falsos para obtener ventajas y beneficios que quizá no merezcamos. Digámosle a esa persona en concreto lo que pensamos realmente y evitemos situaciones embarazosas. Dejemos de trabajar en ese sitio que no nos gusta nada, y tengámonos en mejor consideración en vez de pensar tanto en el dinero.
Aunque solo sea intentarlo, creo que aumentará en una porción nuestra autoestima.